Entrevista en chino para 今日西班牙, 'España Hoy' (traducción al español)



Entrevista en profundidad publicada en la página 'España Hoy' de la platafoma Weixin. Puede ser consultada en este enlace en su versión original en chino:


那个受西班牙王后亲自颁奖的年轻人,和你不一样却又一样 (qq.com)


A continuación, adjunto la versión en español de la entrevista:



1. Una persona siempre mantiene una relación especial con una ciudad o pueblo, como el caso de Amberes, que los orientales conocen por Rubens. Me dijiste que en tu pueblo natal en Álava solo viven 1500 habitantes. Georg Simmel, en sus obras en La metrópolis y La filosofía del dinero distingue la diferencia entre grandes urbes y pueblos pequeños y enfatiza que la aspiración del dinero en la sociedad capitalista choca con los deseos internos por una intimidad y una vocación sagrada. ¿Sobre este punto de vista, qué opinas?


El choque entre el pueblo y la urbe es un tema recurrente. En este sentido, no debemos olvidar los tópicos horacianos de ‘locus amoenus’ (la atracción por un entorno natural virgen y puro) y ‘beatus ille’ (la paz y la felicidad derivadas de vivir en un entorno alejado del ruido y el escándalo de las ciudades).  Sin embargo, ello no deja de ser un tópico, porque en los pueblos también hay ruido. A veces, demasiado. Así, un popular refrán español nos dice “pueblo pequeño, infierno grande”. En los pueblos todo el mundo se conoce y, si bien hay tranquilidad, paz y mucha belleza, también hay lugar para el cotilleo y la maldad. Afortunadamente, no puedo decir eso de mi pueblo, Arceniega. La verdad es que es un lugar excepcional, y la gente suele ser agradable, amable y bienintencionada. Y, por si eso fuera poco, es además uno de los pueblos más bellos de todo el norte de España.


Acerca de la cuestión que planteas, me gustaría añadir que la tensión entre lo urbano y lo rural ha evolucionado radicalmente en los últimos tiempos, gracias al desarrollo de la tecnología, las comunicaciones, la globalización y las grandes ciudades. Antiguamente, las ciudades en el fondo seguían siendo pequeños pueblos, donde la mayor parte de la gente se conocía y coincidía en los mismos ámbitos culturales. Las grandes ciudades de hoy en día tienen un carácter absolutamente diferente. El individuo puede conseguir una autonomía desconocida hasta la fecha y configurar su existencia a la medida de sus necesidades, en un casi perfecto anonimato social si así o desea. Además, las oportunidades laborales parecen concentrarse en las ciudades y su infraestructura para la mayor parte de la población, ya que el teletrabajo es una opción que todavía resulta minoritaria, por lo menos en España. Ello ha producido un éxodo masivo desde el entorno rural, que cada vez se encuentra más abandonado y envejecido. Junto con la inmigración masiva, este fenómeno transformará radicalmente la cultura e identidad españolas. 


En este contexto, la posición del artista es ciertamente complicada. Por un lado, la belleza y la tranquilidad del pueblo es excepcional para la creación. Por otro lado, las oportunidades sociales y comerciales se encuentran en las grandes ciudades.


    2. Algunas organizaciones económicas mundiales predicen que, debido al impacto de la Pandemia en la salud mental, las personas tienden a elegir industrias estables en lugar de industrias innovadoras. Entonces, ¿cuál es la fuerza que te sostiene para elegir el camino de seguir siendo artista?


Cuando uno emprende una aventura profesional por su cuenta, no sólo en el ámbito artístico, también en cualquier otro, se puede valorar lo que uno puede ganar o lo que uno puede perder. Yo siempre prefiero mirar lo que puedo ganar, porque no temo ni a la derrota ni al fracaso. ¿Qué me puede pasar si fracaso? ¿Tener que buscarme un trabajo como asalariado? ¿No ser millonario? Hubiera sido mucho peor acabar así sin haberlo intentado, reprochándome a diario no haber tenido la valentía de dedicarme a aquello para lo que mucha gente dice que tengo talento.  De todos modos, creo que puede ser interesante un análisis más profundo de esta cuestión en relación con el contexto español. 


La preferencia de lo estable sobre lo innovador aquí se remonta a tiempos anteriores a la Pandemia. En España, por lo menos, se puede establecer un vínculo muy claro entre la generación posterior a la Guerra Civil y el surgimiento de esta cultura de la seguridad vital. La generación posterior a la Guerra, aún muy traumatizada por lo sucedido y al amparo del nuevo sistema social del Régimen franquista, dio prioridad a la formación de sus hijos. La Medicina, la Ingeniería, la Arquitectura o la Abogacía parecían apuestas seguras para una vida cómoda y sin preocupaciones, más que profesiones vocacionales con un gran compromiso vital. Con la llegada de la Democracia, esta cultura alcanzó su apogeo de tal modo que se instauró en la conciencia colectiva la falacia de que la formación técnica equivale al éxito vital. 


Si bien este fenómeno comenzó con la búsqueda de la seguridad por una generación que había padecido grandes estrecheces, la clave de su mantenimiento a lo largo de tanto tiempo no es práctica sino moral. En efecto, al calor de este empeño se instauró, mezclada con las raíces católicas de nuestra sociedad, la idea de que el éxito solo debe ser consecuencia del sufrimiento y del sacrificio. Ser capaz de conseguir el éxito sin gran sufrimiento, únicamente por medio del trabajo y el talento (artístico, comercial, social…), se convirtió pronto en uno de los hechos más despreciados y temidos por la sociedad española. Aún recuerdo las palabras de muchos profesores que en el colegio nos decían “más vale que estudieis algo serio porque si no vais a acabar trabajando en la obra o viviendo debajo de un puente, miserablemente”. La gran ironía es que hoy en día esas disciplinas técnicas que antiguamente aseguraban una vida cómoda se encuentran precarizadas, sobre todo debido a la cantidad de oferta de mano de obra en esos sectores. De este modo, un autónomo que sea buen profesional en el sector de las reformas o la fontanería gana bastante más que muchos abogados, ingenieros o arquitectos asalariados. No hablemos ya de quienes deciden emprender si cuentan con algo de talento comercial.  


Así que, en resumidas cuentas, los trabajos seguros no dejan de ser un espejismo. Porque, además de todo lo que he mencionado, ¿de qué sirve tener un trabajo estable si realmente uno odia ese trabajo? Esa estabilidad puede ser incluso una condena interminable. Es decir, lo que es necesario buscar es aquella profesión que se ajuste a los intereses y a la naturaleza de cada persona, en la medida de lo posible. Cuanto más vocacional sea el trabajo más éxito se tendrá en el mismo, ya que en mi opinión el éxito no es tanto ganar dinero como hacer un buen trabajo y estar satisfecho con él.


    3. Elaine Aron nos indica en El don de la sensibilidad que los artistas pertenecen a 1/5 de las personas de alta sensibilidad, lo cual significa que los artistas pueden percibir más dolor que la gente común. ¿Tú cómo enfrentas tu frustración y dolor en la vida, por ejemplo, la finalización de una relación muy importante, la desilusión de un proyecto, etc?


La sensibilidad es algo que no puedo racionalizar, que simplemente está ahí y se produce. El dolor siempre me ha marcado, creo que la vida es en gran medida es una experiencia trágica. Pero, en mi opinión, la clave es que lo doloroso no necesariamente es negativo. Antes bien, lo doloroso puede ser bello, puede ser justo y puede ser bueno, aunque nos duela mucho.  Por otro lado, coincido en que el artista tiene una sensibilidad más desarrollada (o, mejor dicho, diferente) hacia el dolor porque en gran medida su trabajo consiste en la contemplación del mundo y en la articulación estética de los sentimientos, sensaciones, paradojas y contradicciones que observa en él. Incluso las artes más abstractas, como la música, emergen de esa contemplación del mundo y de la naturaleza humana. Así, el artista, más que sensible al dolor, es simplemente consciente de su realidad, mientras que la mayor parte de la gente vive de espaldas al dolor porque no ha necesitado pararse a contemplarlo detenidamente. Al no estar acostumbrados a su contemplación, se vuelven insensibles, aunque ello no significa que no puedan ser capaces de desarrollar esa sensibilidad. Las artes  (especialmente la narrativa y la poesía), de hecho, son la mejor manera de educar la sensibilidad. En este sentido, conozco a muchos grandes lectores de literatura cuya sensibilidad es igual o superior a la de muchos artistas. Al mismo tiempo, el artista, al igual que el lector, puede llegar al extremo contrario y volverse extremadamente insensible, casi un psicópata, cuando la contemplación del dolor es demasiada, extrema, obsesiva y peligrosa.


Mi manera de enfrentar la frustración es mediante la confianza en mí mismo y en lo que hago. Si un artista no confía en sí mismo, está absolutamente perdido. Por supuesto que muchas cosas no siempre salen como son previstas. Sin embargo, estoy seguro que lo importante es confiar en hacer un trabajo de calidad, valioso en sí mismo, y mantener ese esfuerzo a lo largo de mucho tiempo. Como he dicho antes, la satisfacción por el trabajo bien hecho es el verdadero éxito.


    4. ¿Quién es tu autor inglés favorito y qué recepción o influencia ha obtenido sobre tu conciencia artística?


La verdad es que me cuesta mucho hablar de un autor favorito. Existen muchos autores de la literatura inglesa y de muchas otras lenguas que me han influenciado notablemente. Por citar algunos nombres, en el caso de la literatura inglesa, me quedo con estos cuatro: Shakespeare, Milton, Keats y William Blake. 


De Shakespeare admiro su profundidad y ambigüedad. Shakespeare muestra como pocos cómo tiene que funcionar una obra de arte. Especialmente, cómo el buen arte consiste en enunciar problemas de difícil solución. Mientras que la tradición trágica clásica siempre tendía a apuntar hacia un destino trascendente cuyos designios el hombre no puede evitar, acabando en un orden perfecto pero doloroso, Shakespeare nos ilumina la realidad en toda su complejidad. El mal y el bien, la inteligencia y la estupidez, la virtud y el vicio se entremezclan hasta crear un retrato irrefutable de la débil condición humana. Milton me gusta por cómo utiliza el lenguaje, por la habilidad que tiene para construir un texto a medio camino entre la épica y la revelación. Es fantástico cómo consigue que El Paraíso Perdido parezca un libro casi revelado, de una ambición sin límites. Su obra cumbre fue creada, como él mismo afirma en ella, con la intención de “justificar los modos de Dios hacia los hombres”, sin duda la razón más ambiciosa que se puede imaginar para escribir un poema. De Keats me gusta su sensibilidad y su absoluta belleza. Creo que he leído a pocos poetas con un sentido más elevado de la belleza. La manera en la que desarrolla sus metáforas, la musicalidad y el poder evocador de sus versos es difícilmente igualable.  Finalmente, de William Blake admiro su radical originalidad, su ambición filosófica y teológica y su exploración de la belleza y la verdad a través de las etapas de la inocencia y la experiencia. En este sentido, no ha habido un poeta más original que él en la historia. Blake inventó su propia mitología, su propia forma de imprimir, su propia forma de ilustrar sus textos… Por otro lado, admiro el hecho de que no presente una lectura filosófica o teológica sencilla, su pensamiento contiene matices a la altura de la compleja realidad que nos rodea.


    5. Dijiste que te gusta el poeta chino Li Bai, un verso suyo dice: 今朝有酒今朝醉,明日愁来明日愁, significa : “Hay vino hoy, borracho hoy, deja la preocupación para mañana”. Li Bai optaba una actitud de vivir aquí y ahora, de hecho, muy diferente del racionalismo enfatizado por la filosofía continental de Occidente. Tú, como  occidental, ¿qué opinas sobre la razón y planificación de la vida?


En cuanto a la planificación, creo que es necesario tener un destino, pero al mismo tiempo es imposible conocer completamente cómo llegar a él. Lo importante es confiar en el rumbo, y no cerrarse al enriquecimiento vital que producen las experiencias no planificadas. De hecho, todos podemos ver que las cosas que suceden sin planificarse habitualmente son las más bellas y las mejores. Si se pretenden controlar todas las variables del viaje, el viaje resulta imposible, absurdo y aburrido. Siempre tiene que haber lugar para la improvisación y la aventura. En resumen, creo que lo sano es el término medio entre la planificación y el hedonismo. En este sentido, creo que las filosofías y religiones orientales frecuentemente disponen de una mejor actitud frente a la vida. Debido a ello, me siento muy identificado con el principio taoísta del Wu Wei. Por otro lado, resulta problemático hablar de Occidente como una unidad, puesto que existe una diferencia muy grande entre el mundo protestante y las culturas mediterráneas católicas en la forma de ver la vida. La ética protestante simplificó y materializó la moral católica, reemplazando la necesidad de las buenas obras por la adoración idolátrica del trabajo. Desde el punto de vista protestante, el éxito y el desempeño en el trabajo es una muestra de gracia divina, mientras que desde el Catolicismo se da más importancia a los valores no materiales. Incluso hoy en día podemos observar cómo el estilo de vida católico se diferencia totalmente del del norte de Europa y el mundo protestante: la gente está menos volcada hacia el utilitarismo y más enfocada hacia la socialización y el disfrute. Por ello creo que la forma de ver la vida de Li Bai no es tan diferente de la de autores católicos como, por ejemplo, Quevedo. Y, precisamente por eso, me parece que las relaciones entre China y el mundo católico son tan buenas y provechosas, así como que la cultura española sea tan popular en China. Sin embargo, la globalización de la cultura capitalista angloprotestante ha puesto en peligro los valores y tradiciones de las demás culturas. Con el auge de la globalización, en todo el Oriente comenzó a extenderse el culto al trabajo excesivo. Sin embargo, creo que ahora las cosas están cambiando y me alegra saber que China esté protegiendo la inmensa riqueza de sus valiosas tradiciones del imperialismo angloprotestante. 


    6. Cuentas muchos amigos en Madrid, Aristóteles distingue tres tipos de amigos: utilidad, placer y virtud. ¿Qué principio tomas en establecer amistades?


Creo que la amistad debe ser profundamente altruista y que debe simplemente surgir como una voluntad de compresión, ayuda y amor hacia los demás. Evidentemente, hay factores que surjen en el contexto de la utilidad o del placer que pueden darle un sabor más particular a esa voluntad, pero la amistad que prescinde de esa voluntad no es una amistad verdadera sino una confluencia de circunstancias en la vida de las personas. Cuando esa confluencia da lugar al amor puro y desinteresado, podemos hablar de amistad. Así que, en cierto modo, me encuentro más cerca de la virtud a la hora de configurar mis amistades, aunque frecuentemente no se produzcan en un contexto demasiado virtuoso. 


El hecho de haber trabajado durante un tiempo como comercial, paradójicamente, me hizo centrarme en comprender a los demás, porque hasta entonces yo estaba demasiado centrado en mí mismo. Y, así, se me abrió un nuevo mundo: descubrí que la mejor manera de conocer a uno mismo es conocer a los demás y descubrir aquello que a uno le es ajeno, sin renunciar a la propia identidad. He aprendido tanto de mis amistades que necesitaría escribir cinco novelas para poder transmitirlo adecuadamente. Por otro lado, como ya he mencionado, también me gusta ver la amistad como un servicio a los demás y de los demás hacia uno. Esta vocación de servicio no debe confundirse con el propósito de la amistad, ya que entonces no sería amistad sino un frívolo interés perecedero, como bien indica Aristóteles. La dedicación que exige la verdadera amistad es el fruto que se produce cuando es verdadera, es decir, cuando brota el genuino amor, admiración y afinidad hacia otra persona.


En cuanto a las circunstancias de la amistad que considero importantes, me queda por mencionar la del constante aprendizaje que implica. En este sentido. aunque Aristóteles se centra en el terreno en común que existe entre los dos partícipes de una amistad, para mí lo más interesante es lo que me diferencia de mis amigos. Ello hace que pueda aprender sobre una cantidad infinita de temas y circunstancias a los que jamás hubiera llegado por mí mismo. En efecto, la amistad es sobre todo un vehículo de aprendizaje. Quizás debido a mi amor por la literatura, me encanta conocer otras realidades, ya que para mí cada persona es un mundo abierto o una interesantísima novela y, cuanto más diferente y ajena a mis circunstancias sea, más me interesa esa novela. Así, siento que cuanta más gente conozco, más aprendo y, especialmente, de las personas que menos espero aprender. 


    7. Muchos expertos están preocupados por la amenaza de la inteligencia artificial a la existencia humana. Por ejemplo, el motor Midjourney sobre el que hablamos es capaz de producir obras pictóricas digitales. ¿Qué opinas de las diferencias entre la inteligencia artificial y la creación artística? ¿El arte sigue siendo único debido a la emoción que las computadoras no pueden reemplazar?


La amenaza de la inteligencia artificial sobre la creación humana es un tema cada vez más recurrente. Los nuevos motores de inteligencia artificial que han llegado al gran público muestran creaciones asombrosas, no imaginemos lo que serán capaces de lograr los modelos más avanzados que aún están fuera del alcance del público. La inteligencia artificial produce imágenes armónicas, detalladas, bien compuestas y con un particular sentido estético y estilístico. Sin embargo, no dejan de ser reproducciones digitales. La pintura ofrece un objeto físico, único, sujeto a mil matices en su estado y forma a lo largo del tiempo. Aunque, ciertamente, el arte y la ilustración digital se van a ver amenazados. Sin embargo, tampoco creo que vaya a acabar por completo con ellos, ni con cualquier otro tipo de arte, al igual que la fotografía no acabó con la pintura. Ello se debe a que si bien la inteligencia artificial va a poder sustituir en gran medida las obras de arte más mediocres, será imposible que alcance el nivel de profundidad suficiente como para rivalizar con el verdadero arte. Para explicarlo, me gustaría citar un concepto muy importante de la obra de William Blake. Decía Blake que la verdadera creación emanaba del ‘poetic genius’, el genio poético. Para Blake, el ‘poetic genius’ es una forma creativa de percibir la realidad, la capacidad de los hombres para la creación de lo que nunca antes ha sido creado ni percibido, más allá del ‘ratio de los cinco sentidos’, es decir, de la suma de lo que hemos percibido a través de los cinco sentidos. La inteigencia artificial ni siquiera puede experimentar la percepción de los cinco sentidos, simplemente opera en base a lo que sabe que los humanos han sentido. Es decir, la intelegencia artificial es capaz de imitar muy bien los sentimientos y reacciones que hasta la fecha causan los acontecimientos en los hombres, pero jamás podrá expresar ningún sentimiento que no haya sido ya sentido. La manera que cada artista tiene de sentir el mundo es absolutamente única y, aunque la inteligencia artificial pueda llegar a ser una buena impostora, siempre irá detrás de la verdadera creación. Frente a esta realidad, los desarrolladores y expertos en inteligencia artificial afirman que en el algún momento la inteligencia artificial será capaz de sentir, mediante la recreación computacional de estructuras cerebrales. Este escenario aún ofrece muchas dudas, y yo confío en que nunca lleguemos a él porque implicaría el fin de lo humano.


    8. John Berger enfatiza la experiencia de los cinco sentidos para los artistas. Por ejemplo, menciona El tacto de José de Ribera en el museo de Prado. Por otro lado, el disfrute del té, que a ti tanto te agrada, también es una especie de cultivo de gusto. ¿Puedes contarnos alguna memoria que te deje huella en los cinco sentidos?


Las artes, efectivamente, juegan con los sentidos y, esencialmente, el arte es una experiencia sensual. Quizás lo que resulte más interesante de este aspecto sea cómo se pueden despertar nuestros sentidos al contemplar el arte. Ribera es un gran ejemplo de esta circunstancia estética. Sus obras, mediante un uso excepcional del volumen, por la luz que utiliza y sus empastes, despiertan el tacto. En la obra que cita Berger esta sensación se acentúa aún más por el tema escogido: Ribera no podría haber escogido jamás un tema más propicio para su pintura. Si tengo que hacer referencia a memorias personales de los cinco sentidos, me quedaría con muchos recuerdos de cenas fantásticas con excelente vino y compañía. En el caso de referirme a la experiencia de los sentidos en el arte, me quedaría con Velázquez sin duda alguna. Velázquez es el pintor sensual por excelencia, porque su pintura ofrece una inmersión total en la acción, siendo capaz de despertar casi todos los sentidos. En ‘Las Hilanderas’, por ejemplo, uno no sólo puede ver el movimiento, también puede escuchar el ajetreo y la confusión de la compleja escena. En ‘La Fragua de Vulcano’ se palpa el sudor, el olor a forja y a fuego, a trabajo y a metal, pero también se escucha el sonido del martillo y de los instrumentos de la forja. En ‘Los Borrachos’, a su vez, uno siente el sabor del alcohol, las bromas, los gritos, el olor a alcohol… Velázquez es único en su manera de comprender la pintura, es casi como si un moderno director de cine se pusiera a pintar durante el Barroco.


Respecto al té, lo que más me fascina es su increíble variedad de sabores y matices. ¡Hay tantos factores que pueden alterar su sabor! La planta del té es tan sensible a las alteraciones del entorno que puede absorber cualquier aroma o sabor. De hecho, incluso unas pocas hojas de té usado pueden absorber el mal olor de una estancia. Es una pena que en Occidente no se aprecie el buen té como se aprecia el buen vino. Estoy seguro que, con un poco de curiosidad y conocimiento, quien aprecie el buen vino puede apreciar el buen té. 


    9. Siempre existe un umbral entre la alta cultura y baja cultura, pero en hoy día, la secularización y la difusión popular del arte presentan un problema de supervivencia que cada artista debe considerar. ¿Qué piensas de este fenómeno?


Empezaré refiriéndome al contexto artístico occidental, especialmente al europeo. Aquí, el arte, antiguamente, estuvo dominado por la aristocracia. El gusto aristocrático imponía un estilo grandioso, ambicioso y monumental. Y, además de ello, también lo financiaba con cuantiosas sumas de dinero. El aristócrata elegía a sus artistas únicamente en base al talento y la calidad de las obras. Así, artistas de vida y valores miserables como Caravaggio se ganaron el favor de los más nobles. Tras la Revolución Francesa, la caída de la aristocracia y el auge del Capitalismo, se impuso el gusto burgués. El arte se convirtió poco a poco en un fenómeno comercial similar a la moda, donde el valor más importante  pasó a ser la creación de una representación fácilmente comprensible, identificable, renovable y desechable. Así, la idea de ‘estilo’ acabó prevaleciendo sobre la idea de belleza o monumentalidad. . Algunas disciplinas, como la escultura o la arquitectura, quedaron completamente destrozadas por esta nueva concepción. Sin embargo, Eso no quiere decir que artistas con un alto sentido de la belleza, como Sorolla o Klimt, no triunfaran, sino que la razón de su triunfo guarda mucha más relación con  su estilo fácilmente identificable que con su alto sentido de la belleza. 


Al mismo tiempo, amplias capas de la población comenzaron a poder acceder a la educación y, gracias a ello, a desarrollar una apreciación más elevada del arte. La televisión y la radio, en sus comienzos, contribuyeron a esta popularidad, promocionando el interés en la alta cultura con diversos programas de entrevistas, obras teatrales, musicales y una difusión cultural de calidad. Sin embargo, en la década de los 90 irrumpió el fenómeno de la telebasura y del sensacionalismo, y la televisión se convirtió en una difusora a gran escala de una baja y pésima forma de entretenimiento que evitó que las nuevas generaciones alcanzaran el nivel cultural de sus predecesoras. En ese contexto de decadencia cultural, la llegada de internet, los videojuegos y de las redes sociales sólo contribuyueron a empeorar el problema.  Vargas Llosa describe muy bien ese fenómeno en su ensayo ‘La Civilización del Espectáculo’.

 

En el mundo del arte, esta popularización del entretenimiento vacío y la baja cultura provocó una gran crisis. La burguesía y las clases medias y altas de la sociedad, que hasta entonces eran consumidores de alta cultura, viendo en el arte una seña de superioridad cultural y social, dejaron paulatinamente de estar interesados en él, no hablemos ya de invertir dinero. El verdadero mercado del arte, como fenómeno popular, desde entonces, está fuera de la decadente Europa y del mundo anglosajón. China e incluso Hispanoamérica ahora cuentan con unos grandes sectores de su población con un elevado nivel cultural, con ganas de distinguirse, de crecer y de coleccionar arte. El eje de la cultura y del futuro económico de la Humanidad se encontrará en el eje entre China e Hispanoamérica, y tengo la esperanza de que ello provocará un renacimiento cultural global.


    10. ¿Qué opinas del éxito del artista español Bakea? Combina los signos del zodiaco chino con los puntos de referencia españoles. ¿Es la primera Hibrida Transcultural en la historia de España?


Me parece un gran ilustrador, su obra es ciertamente interesante. Aquí es importante establecer una clara diferencia entre las artes visuales. Yo creo que la pintura es radicalmente diferente a la ilustración. El propósito de la ilustración es crear una imagen fácilmente identificable y reproducible en la que la expresión técnica está supeditada a una idea concreta. De ese modo, todos los elementos de la obra expresan un significado determinado. La pintura, por el contrario, no es verdaderamente reproducible, ni siquiera a través de una fotografía, y la expresión técnica y conceptual del artista contiene matices que no son fácilmente asociables a la representación de una idea en concreto. El artista Bakea, en efecto, propone una iconografía transcultural extremadamente interesante, y domina excepcionalmente los nuevos medios de expresión artística en el ámbito de la ilustración. Además, el uso del color y la composición también resulta interesante en el terreno de la ilustración. En cuanto a la cuestión transcultural entre la cultura europea y China, me gustaría acordarme en este punto de Hergé, el gran artista del cómic, y la influencia que para él tuvo la cultura china. Hace poco hubo en Madrid una exposición sobre él extremadamente interesante, y uno de los apartados de la misma estaba dedicado a la amistad que estableció con Zhang Chongren, un artista chino al que conoció durante su época de estudiante en Bruselas. Zhang mostró a Hergé una nueva manera de entender el dibujo con tinta, y le regaló pinceles y plumas chinas, pero sobre todo le descubrió una cultura desconocida que marcó totalmente la obra de Hergé. Me quedo con este ejemplo de ´híbrida transcultural’, como tú lo denominas.  Finalmente, me gustaría añadir que, al igual que muchos ilustradores y artistas occidentales han sido influenciados por la tradición oriental del dibujo con tinta, la introducción de la pintura al óleo en China ha producido grandísimos artistas, que han sabido reunir lo mejor de cada tradición artística.